El idioma inglés es una de las principales herramientas a
nivel mundial para la comunicación.
Aprender un segundo idioma en la etapa preescolar, no
solo entrega a los niños la oportunidad de aprender y familiarizarse con el
idioma, sino que también provee diversos beneficios que influyen de manera
positiva al desarrollo de los niños como mejorar la capacidad de comunicación
con sus pares, el desarrollo cognitivo, mejor concentración y atención
selectiva, entre otros.
A ensuciarse…
Los alumnos activan conocimiento previo mediante
videos educativos sobre los números, participan de manera activa cantando la
canción e imitando movimientos.
Los estudiantes de Pre-Kinder A, demuestran manejo de motricidad fina
trabajando con masa hecha de harina, agua y tempera, para formar los números
del 1 al 5.
“Motricidad
refiere a movimientos voluntarios del cuerpo, coordinados por estructuras
secundarias para poder llevarse a cabo. La motricidad fina es la coordinación
de músculos, huesos y nervios para producir movimientos pequeños y precisos”.
El trabajo sirve para que los niños y niñas ejerciten
sus articulaciones y musculaturas, además de adquirir de forma involuntaria
nuevas palabras a su vocabulario en segunda lengua. Al estimular la audición y
uso de palabras en un nuevo idioma, se producen cambios a nivel cerebral, que
favorece la posterior adquisición de una segunda lengua y lo que es más
importante el uso de esta en forma natural al igual que el idioma materno.
“Education’s purpose is to replace an empty mind with an open one.” Malcolm S. Forbes
“El propósito de la educación
es reemplazar una mente vacía con una abierta.”
Contribución: Prof. Yasmíne Gana Pizarro